Poder En Tus Manos


Las mariposas forman parte de la maravillosa creación de Dios, entre alas y colores adornan los rosales más hermosos. Este insecto majestuoso pertenece a la familia de los lepidópteros.
Para llegar a exhibir su belleza en un espléndido vuelo, antes debió sufrir un proceso largo y complicado, que comienza con su nacimiento, hasta alcanzar su completa madurez.

Este proceso es conocido como: “Metamorfosis” 
La palabra metamorfosis proviene del griego:
«meta», cambio y «morfe», forma. 
Y significa: “transformación”.

El mismo se divide en cuatro etapas fundamentales:

•Huevecitos.
•Larva, (oruga).
•Pupa o crisálida, (capullo).
•Imago o adulto, (Mariposa).

Llegar a ser una Mariposa podría parecer sencillo para quién no haya estudiado minuciosamente la metamorfosis.
Pero éste es un proceso doloroso. El de crecer, arrastrarse, romper el capullo, sacar las alas poco a poco es una lucha continua para no morir. Sin poder aceptar que nadie la ayude. 
Todo depende sólo de su propio esfuerzo, para lograr estirar las alas y volar es un gran desafío.

Pienso que como cristianos tenemos mucho en común con las Mariposas. Ya que para alcanzar nuestra madurez espiritual necesitamos de una metamorfosis. La transformación progresiva de Oruga a Mariposa nos conducirá a la conversión genuina, llevándonos por el camino de la convicción y la verdadera vida cristiana.

En Gálatas 2:20 Dice: “Ya no vivo yo, más vive Cristo en mí”.

La Oruga vive arrastrándose por la tierra. Y ése era también nuestro estilo de vida cuando no conocíamos al Señor. Nos arrastramos con todos los problemas del mundo encima. Problemas familiares, financieros. Problemas de salud, sentimentales; miedos, inseguridad. Amarguras, angustias, quejas, y falta de fe. 
Y así íbamos arrastrandonos sin esperanzas, que sólo lograba encerrarnos aún más en el capullo de las dificultades y los problemas sin solución.
Ante las situaciones difíciles permaneciamos atrapados como la futura Mariposa, pensando que nada ni nadie podía ayudarnos. 
Le poníamos límites a la razón humana que no permitía que nos movieramos en la dimensión sobrenatural y espiritual de Dios.

La Biblia nos dice que:
“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”. (eclesiastés 3:1)
En Cristo existe un tiempo perfecto para todo, y un plan que no escapa del control de Dios.

Y en Eclesiastés 3:11 podemos leer:
“Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance
el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin”.
Y es precisamente el tiempo que con lleva la Oruga lo que nosotros necesitábamos para comprender, y para convertirnos en Mariposas.
Salir del capullo, romper en lucha y esfuerzo es y siempre será difícil, pero hoy sabemos que tenemos un Dios que juntamente con la prueba, nos da la salida.
Nos saca en victoria y nos hace fuertes ante las dificultades.

El Señor no permitirá que llegue a nosotros nada que no podamos soportar, Su Palabra nos dice:
"Pues ya saben que cuando su fe es puesta a prueba, ustedes aprenden a soportar con fortaleza el sufrimiento." En Santiago 1:3

La Oruga ya no quiere arrastrarse más, se tomó su tiempo dentro del capullo, pero está dispuesta a ser Mariposa. ¡Sabe que su tiempo llego!

El Señor tiene en sus manos nuestros tiempos.
Como decía el salmista en Salmos 31:15:
"En tu mano están mis tiempos; líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores."

¡El tiempo de espera terminó! 
Cuando aparentemente creíamos que no estaba sucediendo nada, Dios estaba allí trabajando en nosotros. Dándonos fuerzas, para que salgamos a la luz, peleando con Él nuestras batallas.

Como cristiana hoy te digo, que es hora de que dejemos de arrastrarnos. Es hora de levantarse y resplandecer, pero sólo lo podremos hacer si comenzamos a romper el capullo, saliendo de nuestra zona de comodidad cotidiana.

¡Nuestra fe se perfeccionará en la debilidad!

Una vez que comencemos a crecer en fe, tendremos que aprender a disciplinarnos. Emprender la restauración mediante la lectura de la Biblia y la Oración. La continua comunión con el Señor hará que tengamos la certeza de que todo tiene su tiempo en Cristo, y que Él va con nosotros continuamente.

En Isaías 43:2-3 dice: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”.
Porque Yo Jehová, el Santo de Israel, soy tu Salvador.”

Ya siendo transformados y maduros como las Mariposas, estamos preparados para volar y alcanzar nuevos niveles que el Señor tiene para nosotros.

Hoy quiero dejarte Romanos 12:2 que dice:
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de
Dios, agradable y perfecta”

En tus manos está el poder de decidir dejarte transformar por Dios a trevez de su Espíritu Santo. 
Mi consejo es.. Déjate transformar por su amor y perdón.

Es mi anhelo para tí que el poder transformador de Dios alcance tu vida.

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